El Linar de Gredos, nuestra casa, es un magnífico punto de partida para visitar y conocer lugares como el Valle del Tiétar, con sus pueblos típicos como las Cinco Villas, Puerto del Pico con su calzada romana por la que cada año sube y baja el ganado trashumante, buscando los pastos frescos de la Sierra en verano y los pastos de invierno y primavera en Extremadura. Las Cuevas del Águila en Ramacastañas, el centro comarcal de Arenas de San Pedro con la falda sur de la sierra al fondo, el pueblo de Guisando, el Santuario de San Pedro de Alcántara y Virgen de Chilla, Candeleda y Alrededores limitando con la Vera Extremeña, Pedro Bernardo y Piedralaves entre otros.
Adentrarse hacia Toledo para encontrar Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo con sus cerámicas, o Navalcan, Oropesa y Lagartera con sus bordados.
Siguiendo hacia Barco de Ávila, Señorío de Valdecorneja y famoso por sus judías podemos recorrer el cauce del Aravalle, afluente del Tormes, y descubrir sus pueblos y parajes de enorme belleza, para dar paso al Valle del Jerte con sus cerezos en flor en época de floración, y descender hacia Plasencia y Yuste, lugares históricos Cacereños.
Y desde Barco, o el Puerto de Peña Negra, damos vista a Piedrahita, villa ligada históricamente a la casa de Alba, con el Palacio de los Duques de Alba, (centro comarcal) y al Valle del Corneja con sus pueblos llenos de historia y cultura como Bonilla de la Sierra o paisajísticos y de amplias vistas como Tórtoles, conocido también como el Balcón del Valle del Corneja.
Dirigirse a Salamanca es otra opción, a una hora y treinta minutos de distancia, visitando de paso Alba de Tormes, cuna del Ducado de Alba, y lugar en donde murió Teresa de Jesús, nuestra Santa de Ávila.
También son lugares dignos de visitar Candelario, Béjar, Miranda del Castañar, La Alberca, Peña de Francia o Hervás, todos ellos de interés paisajístico y cultural que pueden visitarse durante el día y que permiten regresar a la casa al atardecer.